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Los Tres Componentes de Todo Sitio Web

Los Tres Componentes de Todo Sitio Web

Hay tres cosas indispensables con las que debe contar un sitio web: nombre de dominio, hosting y, por supuesto, el sitio web mismo. A veces nuestros clientes se refieren al hosting como si nombre y hosting fueran lo mismo, pero lo cierto es que son dos cosas diferentes y necesarias para tener un sitio web. Por eso hemos decidido iniciar este blog tocando estos tres puntos, por muy obvios que puedan parecer.

Por supuesto esta lista es esquemática. No profundizaremos en los detalles relativos a cada uno ya que nuestro objetivo es aclarar en qué consisten y cómo se relacionan entre sí.

El Dominio

Como su nombre lo indica, el nombre de dominio es...un nombre. Elige uno que identifique a la persona, la empresa o la marca, dependiendo del caso. Algo fácil de recordar, sin guiones ni abreviaturas, es lo preferible.

El dominio es parte de la nomenclatura usada para ubicar y conectarse a un sitio web en línea pero, para que funcione, debe estar asociado con una dirección IP. Esa dirección, que es un número, es la que lleva realmente al servidor donde está almacenado el sitio web. Pero como recordar y compartir un nombre es más fácil, es lo que se usa para identificar los sitios web.

Cuando escribimos el nombre del sitio web, el browser o navegador envía una solicitud al Sistema de Nombres de Dominio (DNS) que busca la correspondencia entre la dirección IP con el nombre. Inmediatamente después se envía la solicitud al servidor donde está alojado el sitio web que, en respuesta, envía los archivos necesarios para que el sitio web correspondiente se muestre en tu navegador.

El Sitio Web

De los tres elementos mencionados al inicio, este es el componente más evidente. Un sitio web se “construye” mediante una serie de archivos (texto e imágenes) que, en conjunto, producen las páginas que vemos en el navegador. Para que las podamos ver deben estar asociadas a un nombre de dominio (que se traduce en una dirección IP) y residir en un servidor accesible públicamente, que es lo que conocemos como World Wide Web.

Cuando se cotiza un sitio web normalmente es a esto a lo que se refiere la empresa, aunque en ocasiones la oferta incluye servicios asociados como el hosting o el registro del nombre de dominio.

Hosting o Almacenamiento

Para que nuestro sitio esté disponible en la web debemos contratar el servicio con empresas especializadas que cuentan con la infraestructura necesaria. Esa infraestructura incluye, pero no se limita, a los servidores que almacenan los sitios web. Cuando contratas hosting no solamente obtienes espacio en un servidor sino acceso desde internet para ese sitio web.

Un servidor, de forma similar a lo que sucede con tu computadora, tiene recursos limitados: procesadores, memoria, espacio en disco. Cuánto de esos recursos puedes usar es uno de los parámetros que define el tipo de hosting.

El menú de opciones de hosting incluye:

  1. Almacenamiento compartido. Es el más común (y el más económico). En este tipo de servicio, múltiples clientes son alojados en un mismo servidor. Los recursos del servidor se comparten entre todos, lo que quiere decir que el proveedor limitará los recursos disponibles para cada cuenta a fin de evitar el uso abusivo de los recursos.
  2. VPS (Virtual Private Server). Gracias a un proceso conocido como virtualization se crea un sistema que imita las características de un servidor dedicado. Esto permite a varios clientes compartir un servidor en un ambiente que simula un servidor dedicado para cada uno. Cuando tienes un VPS dispones de más recursos que si tienes una cuenta de hosting compartido y la actividad de tus “vecinos” te va a afectar menos porque están más aislados.
  3. Servidor Dedicado. En un servidor dedicado un solo cliente dispone de todos los recursos del servidor. Al igual que en los casos anteriores, el servidor está ubicado en un centro de datos. Al igual que en los casos anteriores, el servidor está ubicado en un centro de datos y, en la mayoría de los casos, la seguridad y el mantenimiento están a cargo de la empresa que ofrece el servicio.
  4. Almacenamiento en la Nube o Cloud Hosting consiste en un sistema descentralizado que es escalable y elástico, de forma que se tiene acceso a los recursos cuando se necesitan y se paga por consumo. Es muy útil para sitios web que experimentan picos de tráfico y que demandan recursos adicionales de forma momentánea. No es necesario pagar por esos recursos todo el tiempo sino solamente cuando usan.

Al principio mencionamos que hemos notado que a veces se cree que el hosting y el nombre de dominio son la misma cosa. Probablemente se debe a que algunos proveedores de hosting ofrecen el registro del dominio “gratis” por un año cuando se contrata el almacenamiento pero, en realidad, son cosas separadas. Puedes registrar tu nombre con una empresa y contratar el hosting con otra. Es importante leer siempre la letra pequeña porque lo que es un precio muy atractivo el primer año puede terminar convirtiéndose en un pago más alto a partir del segundo.

Algo parecido sucede con el hosting. En ocasiones una oferta irresistible en apariencia omite la mención de pagos extra por cuentas de correo, bases de datos, o la cantidad de dominios que puedes alojar. No olvides leer las condiciones del servicio. Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.

Con este breve repaso de los tres elementos que necesitas para tener tu sitio web esperamos haber aclarado algunos puntos que usualmente no se tocan por considerarlos obvios. Pero no siempre es así. ¿Tienes dudas o preguntas? ¡Escríbenos!

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